Hoy descubrí
que busco quien pueda redoblar la apuesta
darse una segunda oportunidad
para tomar mi mano y salir a pasear el domingo
como aquel en que quisiste llevarme al circo del barrio
Llevaba tres veranos
y en mis zapatitos blancos
había dado doscientos pasos
mientras vos llevabas cincuenta caminados
y ni habíamos dado vuelta la esquina
cuando arrepentido regresaste
y volvimos a casa tras mi llanto
Y no pensaste
que nunca antes habíamos salido
sólo hija y papá
Y no reintentaste
nunca más fue
y no hubo circo de a dos
ni plaza
ni juegos
ni segunda oportunidad

Sandra Defrancesco de Amar en Retirada, poemas

padre-hija-11

Deja un comentario