Si pudiera hacer desaparecer algunas cosas enterrándolas, incinerándolas o simplemente usando magia haría desaparecer entre otras cosas los cumpleaños y sus reuniones por cortesía, por compromiso, por tradición. Y celebraría la vida porque sí, la amistad, y los logros, cumplir años no conlleva mérito alguno, el tiempo pasa para todos por igual.
Si pudiera, haría desaparecer el falso patriotismo, la moralina de las fiestas patrias, el acartonamiento de las formaciones y los desfiles, las filas en las escuelas, las oraciones desactualizadas, sin sentido, los discursos que nadie escucha, las palabras de otros que se leen como propias sin dar aviso del plagio al interlocutor.
Si pudiera eliminaría el deber ser en todas sus dimensiones e inventaría tintes que visibilizaran la envidia, la mentira, los celos, las falsedades, la hipocresía, el interés.
Si pudiera enterraría el dinero en todas sus formas, mejor lo quemaría y destruiría toda maquinaria que lo genere y hasta borraría de la memoria su uso.
Aniquilaría con una vara mágica toda forma de matar, menos esta vara que sólo aniquila lo que destruye la vida.
Y borraría la especulación, la cobardía, la desidia, la miseria, el hambre, las guerras, toda manifestación de violencia,… la ignorancia que olvida y que se enceguece en repetir las historias nefastas.
Y reinventaría el mundo, y desenterraría las almas valientes sin guerra. Y llamaría a las musas inspiradoras, y pintaría de colores los días y embriagaría de pasión los corazones, y liberaría las almas soñadoras. Y convocaría a todos los seres del universo para que se reconozcan y se reúnan por propósitos que se integren y nos eleven a una conciencia mayor más armónica y conviviente.
Sandra Defrancesco

6 comentarios en “Un minuto de magia

  1. Qué bonita reflexión. Comparto totalmente cada una de tus palabras. Ojalá se pudiera hacer todo lo que mencionas… el mundo sería mucho más honesto y viviría en paz.
    Un abrazo :3

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